Libertad de expresión, colonialismo e hipocresía

Luego de condenar los hechos violentos que dejaron 12 muertos en la capital francesa este blog ve  la necesidad de analizar lo sucedido más allá del reduccionismo que propusieron algunos portavoces de la opinión y líderes políticos, quienes catalogaron lo sucedido como un ataque a la libre expresión y una presunta instauración de la barbarie mientras la frase "Je Suis Charlie" se diseminó como un grito de guerra ante el avance del terrorismo.
En primer lugar hay que recordar que la revista "satírica" que fue blanco de los ataques no puso en sus páginas una radiografía de la coyuntura francesa y de la zona euro abordado desde el humor, ni era un bastión de la resistencia de izquierda como apuntó la ultraderecha del país. Muy por el contrario, Charlie Hebdo, se mofó en reiteradas oportunidades del islamismo, su líder religioso y hasta de sus liderazgos políticos en lo que puede concluir, como mínimo, una provocación hacia una cultura, fomentando el antisemitismo y la "islamofogia" término que aplica Atilio Borón.  Hasta llegar al punto que pareciera natural hacerlo y ridiculizar a los pueblos.




Los medios hegemónicos se sumaron a esa lógica y lejos de mirar más allá de las pantallas se sumaron al conglomerado que satanizaba a los pueblos árabes reforzando pre molduras llenas de lugares comunes. Esos medios se volvieron la voz y la palabra de aquellos que en ese momento se mostraban como únicos victimarios. Esos mismos medios que fueron incapaces de crear una red de indignación y revuelo mundial con la desaparición de 43 estudiantes mexicanos o la masacre en África y Palestina por parte de los paladines del poder.


Esas premisas de libertad de expresión fueron puestas en la agenda de manera fortuita por aquellos sectores que lejos de propiciar alguna democratización de la palabra buscan de manera constante acallar las voces disidentes en las diferentes áreas. Las grandes cadenas de noticias recogieron el guante de manera inmediata y levantaron la bandera de "Je Suis Charlie" como una señal de protesta en donde el terror no tendría límites. Esas premisas postuladas por las empresas mediáticas quedaron en evidencia cuando la última publicación de Charlie Hebdo lejos de la censura y la venta del austero número de 80 mil ejemplares ya lleva vendido 2 millones de copias y prometió hacer una nueva tirada y venderlo en línea otros 3 millones.
 Apelando a las voces de esa llamada "opinión ´pública" de manera sagaz un puñado de liderazgos políticos de occidentes que vieron la necesidad de condenar el "islamismo extremista" y marchar por las libertades individuales de los pueblo. Muchos de eso líderes cuentan en su haber con sendas intervenciones militares en oriente buscando eliminar enemigos de las libertades de los pueblos.

De esa manera emergen los dobles discursos de los países más poderosos de Europa quien dentro de un modelo colonialista intervinieron de manera repetitiva las fronteras de los pueblos árabes en una enmascarada acción por llevar democracia a esas regiones, lo que se tradujo en serias violaciones a los derechos humanos, fragmentación de los pueblos y concesiones de los recursos naturales. Es el caso de Francia en su intervención militar en Mali que dejara más de 200 mil muertes o la reciente incursión de Israel en territorio Palestino que dejara al menos 4.000 muertos, muchos de ellos niños.

Prueba de ello y sin ir más lejos, hoy, el Presidente Frances Francois Hollande, pidió apoyo internacional para invadir Irak, Libia y Siria en un paso más a su "lucha contra el terrorismo". Hollande adelantó que pedirá a la ONU el apoyo militar necesario, "no podemos solos, debemos proteger a nuestars fuerzas y la independencia que está en riesgo" lanzó el mandatario. 

 Muchos de esos actores colaboraron para estigmatizar al pueblo ismámico que lucha por la reivindicación de su cultura y que lejos de propiciar la lucha armada como lo hacen minoritarios grupos radicales en nombre de la religión, ellos buscan constantemente llegar a la paz ansiada sin las intromisiones de terceros.

El que Charlie Hebdo haga unas publicaciones racistas y llena de xenofobia no amerita bajo ningún punto de vista el artero ataque que recibió Francia bajo ningún punto, pero hacer un reduccionismo casi autista de lo complejo que son las acciones que desencadenaron en esos acontecimientos violentos nos lleva a analizar mucho más atrás en el tiempo para contextualizarlo.


HIJOS DEL INTERVENCIONISMO

Hay que recordar en primer lugar que esos grupos radicales crecieron al calor de las potencias de occidentes quienes proporcionaron inteligencia militar y armas para combatir a los eventuales enemigos de Estados Unidos. Uno de los casos más puntuales fue cuando la CIA a fines de la década del 70 armó a las milicias insurgentes de Afganistán para combatir a Rusia.

En ese momento los grupúsculos radicales con gran poder de fuego escudados en el Islam y con táctica y tecnología de los EE.UU. y los países del Europa del este  se apoderaron de la región en lo que luego se convirtió en una lucha por el territorio con minorías étnicas al interiores de los países recientemente constituidos con una fragilidad institucional y política que favorecía a occidente para hacerse de los recursos naturales dinamitando cualquier intento democrático.

El politólogo argentino, Atilio Borón, analiza que en esa política iniciada en los años 70´radica el éxito de los países colonialistas para contar Estados acda vez más fragmentados y con graves disputas internas para consolidar su poderío político y económico que se tardce en gra
ndes conseciones a los recursos naturales en lo que el llama una "balcanización" de oriente.
"Claro está que el objetivo global de la política estadounidense y, por extensión, de sus clientes europeos, no se limita tan sólo a Irak o Siria. Es de más largo aliento pues procura concretar el rediseño del mapa de Medio Oriente mediante la desmembración de los países artificialmente creados por las potencias triunfantes luego de las dos guerras mundiales" remarcó el politologo.



Comentarios

  1. Hasta que (por fin) encuentro alguien con un poco de cordura. ¡Estoy completamente de acuerdo! Digo, nadie se merece un atentado así (para todo hay formas), pero el Hebdo es culpable de haberse burlado de los demás primero.

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